Historia de Chepén
Autor: Carlos Ramón Noriega Torero
Sobre las arenas y protegido por su cerro se yergue Chepén, un pueblo inquieto y pujante, de intensa actividad; está rodeado de campos verdes y templos dormidos que empiezan a despertar; su principal característica es la concordia que reina en su diversidad social.
La actual ciudad de Chepén, está ubicada en la Costa, en el kilómetro 700 de la Panamericana Norte, entre las coordenadas 07º13’27’’ Latitud Sur y 79º25’36’’ Longitud Oeste, a una altitud de 130 msnm, dentro del valle Pakatnamú o Jequetepeque.
ORIGEN MILENARIO
Pocos pueblos como nosotros conservamos inconfundibles marcas que dejaron Nuestros Padres hace 20 mil años, integrando los primeros grupos humanos que buscando alimentos se desplazaban por la cuenca del Jequetepeque y por los corredores de los ríos que bajan de los Andes cajamarquinos.
DE SALVAJES A HUMANOS, SENSIBLES Y ORDENADOS
Era una serie de familias nómades regionales independientes pero integrantes de un mismo grupo étnico que por más de diez mil años se encontraban en los mismos territorios de caza, sin registrar la presencia de invasores. Al comienzo, como se revela en las iconografías de sus huacos, entre ellos imperaba un salvajismo cruento que ellos mismos decidieron cambiar a una etapa de paz, seguridad y desarrollo, con intensa ritualidad comprobable por las mismas imágenes de sus huacos, y porque el Valle Pakatnamú o Jequetepeque es un complejo arqueológico con cientos de centros ceremoniales.
La “imagen del sacrificio” que se muestra en uno de los huacos es muy conocida, pero la interpretación realizada por profanos es una apostasía a la ideología mochica. En ella se muestran dos etapas de la historia de nuestro pueblo: una anterior de primitivismo salvaje que está en la parte inferior que los andinos conocemos como ucupacha, o pasado; y la superior o kaypacha que pertenece a la etapa superada. Ambos tiempos están separados por una serpiente felínica que significa un pachacuti o cambio revolucionario de autogestión.
CREADORES DE UN VALLE
Estos errantes, guiados por MOLLEP, se establecieron en un oasis propio de los desiertos y bosques secos costeños, que llamaron Moro, y el ojo de agua era una laguna que pusieron por nombre Mancoche. Existía el rio Chamán, pero aparece cada 15 o 20 años. El rio Jequetepeque estaba distante separado por un desierto, pero nuestros abuelos de chepén, con decisión, e ingenio hidráulico construyeron canales y convirtieron el desierto en el valle que ahora conocemos.
LA LEYENDA DE CHEPÉN.
El primer gobernante y fundador de Chepén fue Mollep y el último gobernante fue Francisco Chequén y su esposa fue Catarina Pucuchume. Francisco Chequén fue el nombre impuesto al ser bautizado, el firmaba con el apellido Pisbil, e insistía en usar el patronímico chepén.
Mollep que condujo a su pueblo a Moro, tomó barro del fondo de la laguna Mancoche formó un hombre (una estatua, un ídolo o un huaco), que mostrándolo a todos dijo, somos como este ídolo; necesitamos de su agua para ser y vivir, llevamos su espíritu que convierte la tierra eriaza en fértil valle, somos CHEPÉN, somos barro con espíritu. Mancoche es nuestra paqarina y hemos de cuidarla.
CHEPÉN es una palabra mochica creada con el propósito de generar un perfil de identidad tanto social como ecológica. Para entenderla, primero debemos conocer como se comportaban y en que creían los pobladores de esa época, por ejemplo, todo ayllu o pueblo tiene un nacimiento místico vinculado a una PACARINA. Paqarina era una oquedad, una grieta, una laguna, un puquio, o cualquier fenómeno geológico que simbólicamente se asuma como vientre de la Madre Tierra o vientre de MAMAPACHA que garantiza la supervivencia material de un asentamiento humano o ayllu. A ese punto vital llamaron Paqarina; y el nacimiento espiritual brota de la comunión de ideas y creencias; de ese entendimiento nace el espíritu comunitario.
CHEPÉN proviene de dos vocablos mochica: CHEP + EIN.
El nombre de un pueblo designa un ser colectivo, una ciudadanía con un espíritu comunitario, que principalmente nutre y mantiene unidos a los integrantes de una comunidad.
CHEP es tierra humedecida, es barro, es cieno, es fango, es légamo; un estado de la tierra provocado por el agregado de AGUA, vital líquido elemento, que convierte a la tierra en nutriente porque disuelve los abundantes componentes orgánicos para que sean el sustento de la diversidad biológica.
En el sentido místico autóctono, el agua es simiente de WIRACOCHA fecundando a MAMAPACHA, sin la cual la tierra sería improductiva.
EIN es otra partícula de Chepén que significa esencia, espíritu, ser, actitud de realizar, principalmente es ENERGÍA que proviene del gran Ordenador Wiracocha.
Por eso se afirma que en cada ser se suman la energía cósmica de WIRACOCHA, con la energía telúrica de MAMAPACHA, y la vivificante energía de MAMACOCHA, configurando un ser infinito y telúrico llamado CHEPEN.
Chepén es un concepto que describe a un ser que pertenece al Cosmos pero que está atado a la Tierra. Un ser que puede penetrar en el firmamento, pero para avanzar debe poner los pies en la Tierra. Un ser que no tiene límites pero depende de su Mundo.
En runasimi o quechua, el sinónimo de CHEPEN es PACHAPCHURIN, que quiere decir, hijo de la Pacha o naturaleza, hombre con conciencia cósmica, u hombre telúrico.
Conciencia Cósmica se interpreta como espíritu o conciencia que compromete lo humano con la naturaleza toda.
En el sentido semiótico un hombre formado de barro trasmite la idea de un ser moldeable o influenciable. Si bien debe dejarse formar por las leyes y valores ideales, una vez fraguado y endurecido como la arcilla cocida, se rompe antes de cambiar.
El hombre, por el fuego de la vida, se transforma en un ser suficientemente inteligente para no dejarse llevar por influencias negativas o sabe ponerse a buen recaudo para no quebrarse.
Wiracocha al depositar su simiente en Mancoche, vientre de Pachamama, engendró a CHEPEN, un embrión de barro. Un embrión es una semilla, un ser que empieza a crecer, que necesita protección, o al que se le debe facilitar y garantizar buenas condiciones para su desarrollo. Criar y cuidar un hijo –o embrión- en lo social, tiene el mismo sentido: necesita formar y desarrollar identidad y valores. Mollep no creo el agua ni la tierra, al formar un ídolo se deja entender que la cultura transforma.
CHEPEN es patronímico mochica, para indicar identidad, pertenencia y origen basta decir soy CHEPEN o somos CHEPEN, como Francisco Chequén que usaba el patronímico chepén.
El idioma Mochica no necesita desinencias o agregados del castellano para denotar procedencia. Los cronistas agustinos emplearon gentilicios usados por los moradores de esos tiempos, así dijeron los PACACASMAYO o los LAMBAYEQUE, como indicativos de procedencia de los pueblos PACASMAYO Y LAMBAYEQUE (La Calancha, Corónica Moralizada Del Orden De San Agustín En El Perú – Tomo IV)
El análisis de la palabra CHEPEN, nos dice cuan ligado está nuestro espíritu al ecosistema.
POR LOS ASTRONOMOS CHEPÉN, EL NORTE LLEVA EL NOMBRE CHINCHAYSUYU
En esta zona desarrollaron grandes progresos en todos los campos: social, agrícola, ganadero, cerámico, metalúrgico; Los chepén destacan por el gran conocimiento astronómico. Los astrónomos que tuvieron su observatorio en el cerro Q’oslacheq, descubrieron dos constelaciones que marcaban los equinoccios, vitales en la predicción del agua, una fue la constelación AMPATO, y la otra la constelación CHOQUE CHINCHAY.
En merito a tan valiosa contribución a la agricultura, el norte del Tawantinsuyu lleva el nombre de CHINCHAYSUYU. Como testimonios arquitectónicos importantes de su actividad astronómica tenemos el Observatorio de Piedra Q’oslacheq, la Pirámide las Estacas o sucangas; también están las iconografías de sus huacos, las gigantescas líneas o geoglifos de las constelaciones Chinchay y Ampato.
El arte rupestre de San Simón, Paypay, Gallito Ciego, Pueblo Nuevo, Chérrepe, etc. no solamente corresponde a expresiones artísticas sino que además son pruebas del diálogo entre la fe y el deseo, y su perspectiva astronómica y teológica.
El desarrollo astronómico y la predicción meteorológica de nuestros abuelos, pertenece a un rango científico elevado que benefició a una extensa cadena social que va desde Tierra del Fuego hasta Colombia.
PUEBLO DE ALTA CULTURA
Durante ocho mil años los chepén desarrollaron una cultura que hasta hoy no deja de asombrarnos. El temple de los remotos habitantes, junto al despliegue técnico, al ordenamiento económico y social; sus convicciones científicas, religiosas, sus artes y capacidades de trabajo, configuraron un pueblo de alta cultura con particulares características que se reflejan en la obra Mochica, Sicán y Chimú en el Valle Jequetepeque, que en nosotros forma una solida y sustantiva identidad. Los investigadores reconocen que desde los habitantes arcaicos hasta el apogeo Chimú, constituye la misma nación que se auto transformó.
En términos andinos, pasar de una etapa a otra significa un pachacuti: Moche, Mochica, Sicán y Chimú, corresponden a cuatro grandes cambios o pachacuti, cada uno con sus características particulares pero conservando una esencia común.
Por todas partes se encuentran huellas de avance cultural muy destacable: los huacos muestran la existencia de importantes centros de capacitación: artesanal, astronómica, agrícola, etc., no solo para beneficio local sino para todos los pueblos que podían llegar. En cerámica, los huacos se distinguen por sus iconografías muy elaboradas y expresivas constituyendo un documento invalorable para conocer nuestro pasado; también construyeron canales de riego como el de Talambo y huanchacos para cultivar el desierto; en gastronomía como en astronomía fuimos altamente calificados.
MOLLEP SIGUE VIVO EN LA MEMORIA DE LOS CHEPÉN
Mollep tenía su asiento en el valle Pakatnamú y según los cronistas se desplazó al Norte porque era solicitado por los llampayec, pero en realidad llegó a ser conocido en todo el Tawantinsuyu, pero no era uno solo, fueron muchos Mollep como se demuestra por las iconografías.
Mollep siempre estuvo en el imaginario de los Chepén. El profesor Ulises Robles en la década de los cuarenta rescató a Mollep de la memoria de sus alumnos quienes lo tenían como el fundador de Chepén. Una agencia de turismo recientemente creada en Chepén lleva su nombre; un asentamiento humano ubicado detrás del cerro Q´oslacheq ha adoptado el nombre de Mollep; los habitantes del pueblo Chequén afirman que la casa de Mollep está ubicada en el cerro Q´osque. María Rostworowski, en su libro "El origen de los hombres y otros cuentos del Antiguo Perú", incluye el mito de "Mollep, el brujo de Pacasmayo" (hasta 1984, Chepén era comprensión de la provincia de Pacasmayo).
MIGRACION A LAS FALDAS DEL CERRO COSLACHEQ
La desmedida ambición de los castellanos invasores del siglo XVI, detuvo el crecimiento de nuestra civilización.
La amenaza española pretendía atenazarnos por el Norte desde Zaña y por el Sur desde Guadalupe pero nuestros abuelos dotados de carácter indómito, rebelde y luchador ofrecieron resistencia.
Nuestros ancestros no sólo ofrecieron pelea, sino que hicieron difícil la expansión; por eso, ante esa tenacidad, los españoles tranzaron en respetar MORO como territorio inviolable que empezaron a llamar COMUNIDAD DE INDIGENAS DE CHEPÉN.
Sus habitantes hasta ese momento, compuesto por gran cantidad de familias dispersas entre las chacras, estuvieron cansados que cada amanecer dejaran a sus mujeres ancianos y niños para ir al campo y cuando volvían al atardecer, les atormentaba la idea de encontrarlos ultrajados, o importunados con incursiones repentinas pretextando evangelizarlos, por eso decidieron mudarse.
EN CHEPÉN SE DIO EL PRIMER GRITO DE LIBERTAD E INDEPENDENCIA
En 1610, hace más de 400 años se produjo el éxodo de Moro, para asentarse en la misma falda de arena que la leyenda cuenta que se levantó como una ola blanca y espumosa para introducirlos en su seno. Simbólicamente esto es cierto porque se mudaron con sus huacas a quienes reenterraron en el arenal de sus faldas. Este acto constituye en el primer grito de libertad e independencia de América.
Ese cerro, lleno de historias, leyendas y pactos, fue su nuevo bastión territorial. se trasladaron para resistir, sus viviendas se levantaron con horcones y petates, humildes, pero cobijando la dignidad irreductible del espíritu de Moro, un ser infinito y telúrico llamado CHEPEN, por eso el pueblo se llama así: CHEPEN.
Esta es la principal razón por la que en Chepén no existen vergonzosos balcones coloniales testigos del oprobio de la conquista.
La dignidad y la bravura que se respira en el aire, está metida en la tierra, dentro del cerro que se yergue vigilante e inquisidor en cuya cumbre se levantan milenarias murallas de piedra que actúan como crisoles que sublimizan el espíritu, y desde allí, el viento de las tardes rojas lo esparce impregnándolo en cada gente.
EL VALLE DE LA LUNA, GOBERNADO POR MUJERES
No cabe duda que la laguna MANCOCHE originó ese marco ecológico y legendario, pero la decidida presencia y capacidad de las mujeres que gobernaron el territorio hicieron que esta zona se reconociera como el VALLE DE LA LUNA.
SIAN, que después fue Guadalupe, ocupaba las faldas del cerro NAMUL al sur de Chepén, significa lo mismo que SIPAN que está al norte extremo de las cuencas de los ríos Lache y Jequetepeque: casa o valle de la luna.
Sian, Sipán, Sicán, Chepén Q’osque, Pakatnamú, Chérrepe, Jequetepeque y otros pueblos durante mucho tiempo fueron gobernados por las CAPULLANAS, estirpe de gobernantas a la que pertenece CHINA DE MORO. Recordemos que en el TWANTINSUYU la capacidad determinaba el ejercicio de gobierno, no fue el género ni el linaje por eso hubo muchos matriarcados.
LA NUEVA HISTORIA DE CHEPÉN
EN CHEPEN EMPEZÓ LA CONSOLIDACIÓN DE LA INDEPENDENCIA AMERICANA
El 4 DE AGOSTO 1863 se registró el denominado “Incidente de Talambo” originó la guerra con España y que culminó con el triunfo de la armada peruana el 2 de Mayo de 1886, consolidando la independencia del Perú y América.
JULIO DE 1874. - Se inaugura el ferrocarril que unía al puerto de Pacasmayo con los pueblos de San Pedro, San José, Chepén y Guadalupe.
LA GUERRA CON CHILE
En marzo de 1881, establecieron los chilenos una guarnición en Guadalupe; enterados de la floreciente actividad de Chepén pretendieron tomarlo pero don Pedro Noriega Cáceda pagó cupo en monedas de oro y plata. Durante la ocupación chilena muchos soldados enemigos "desaparecían" en los algarrobales de Moro, cuando eran “invitados en secreto” para buscar los fabulosos tesoros de Huaca Blanca.
El 3 de junio de 1906, nació CARLOS GUTIÉRREZ NORIEGA, médico, humanista y pionero de la neurofarmacología y la psiquiatría biológica en el Perú.
13 de AGOSTO DE 1913. - Circula en Chepén el primer periódico de la provincia, el Semanario “La Unión”. La dirección estuvo a cargo de Manuel Pastor Ríos.
16 DE AGOSTO DE 1937. - El gobierno de Oscar R Benavides inicia la construcción de la Carretera Panamericana en los tramos de Chepén- Guadalupe- Pacasmayo.
EL CHIFA NACIO EN CHEPEN
Los chinos llegaron a Chepén en 1850 para cultivar el arroz en las haciendas. Según Andrés Tinoco, investigador de la Universidad Nacional de Trujillo, el origen del término «chifa» provendría de la combinación de los términos cantoneses «chi» y «faan» (饎飯), que significa, «comer arroz».
Cuando los chinos llamaban a comer utilizaban la voz ¡chifan…! porque era su alimento principal, y muchas veces casi único. Nosotros también decimos “papa” al alimento cocido en general: “está lista la papa”, “come tu papa”, etc.
Dada la gran variedad de verduras y frutos que abundan en Chepén, los chinos enriquecieron su canasta alimentaria y crearon una mistura que cautivó los paladares y alcanzó gran reconocimiento, pero siempre conservó el arroz como ingrediente invariable, por esa razón nosotros, no ellos, continuamos llamando chifa a la comida china. En el restaurante que ofrecían su especialidad exhibía un letrero: Chifa, por eso también se aplica al establecimiento.
Los chinos al liberarse salieron de Chepén para recorrer todo el mundo llevando con ellos su culinaria con el nombre adquirido en Chepén.
LUGARES IMPORTANTES
San Jose de Moro se distingue como uno de los más importantes centros arqueológicos del Perú concitando el interés de los arqueólogos del mundo entero.
El conjunto arqueológico Q’oslacheq es un complejo de piedra protegido con una muralla que lo rodea con solo dos accesos, uno al norte y otro al sur. Destacan atalayas, adoratorios y habitaciones con hornacinas.
Complejo arqueológico San José del Moro se trata de un cementerio Mochica, donde se han descubierto 3 tipos de tumbas: de Bota, de Cámara y de Pozo.3 Actualmente La Universidad Católica del Perú realiza los estudios de investigación a través del Programa Arqueológico del mismo nombre. También funciona un pequeño museo en el lugar.
Chepén destaca por su variada y sabrosa culinaria, el famoso clarito y la refrescante chicha colorada.
La provincia de Chepén está conformada por los siguientes distritos: Chepén con su capital la ciudad de Chepén; Pacanga con su capital el pueblo de Pacanga, Pueblo Nuevo con su capital el centro Poblado de Pueblo Nuevo, múltiples asentamientos humanos y caseríos. |